Filtros Instagram para Lightroom

instagram presetsMe encuentro esta mañana el comentario en Xataca de que Really Nice Images ha lanzado una serie de productos que consisten en filtros predefidos (o ajustes de revelado) para conseguir los efectos de Instagram con la principal aplicación de revelado tanto mapa Mac como para Windows.

Dejando a un lado lo que pueda opinar sobre el precio de estos productos, me gustaría hacer algunas reflexiones al respecto.

Llevo tiempo diciendo por las redes que en mi opinión Instagram no está haciendo daño a la fotografía. Simplemente está haciendo que un gran número de usuarios aumenten su autoestima como fotógrafos gracias a unos revelados o filtros predefinidos y que hace ya mucho tiempo que le funcionaron a grandes y no tan grandes artistas de la fotografía. Salvando las distancias, ya hemos pasado antes por esto cuando cualquier «diseñador» de la plantilla de una imprenta le vendía a su cliente que una foto con un filtro de Photoshop era ya una obra de arte. ¿Y qué pasó? pues nada. Que con el tiempo, los clientes, sin saber cómo, fueron dejando de lado esas técnicas que entonces eran novedosas para volver a ser exigentes en cuanto a la creatividad y las ideas de su comunicación.

Y además… ¿para qué hacemos las fotos?

Parece obvio que cuando alguien compra un caballete, unos lienzos, unos óleos y se pone a pintar lo hace por algo y para algo. Y la mayoría de las veces no tiene nada que ver con el tema económico. Casi siempre se trata de una forma de expresarse, de comunicar algo, un tema simplemente de relajación, para pasar un rato, pocas veces por egocentrismo y necesidad de consideración por parte de los demás, etc. En el caso de la fotografía la cosa cambia. Hasta hace unos años, el que gastaba el dinero en una cámara, carretes y revelados tenía un perfil muy parecido al del pintor de cuadros. Sin embargo hoy en día, las cámaras de los móviles, que surgieron como forma de mejorar la comunicación con unos dispositivos (que ya no deberíamos llamar teléfonos), han convertido en «artistas» a miles de usuarios.

El problema surge cuando esos miles de usuarios empiezan a ver lo que sólo unos pocos son capaces de hacer con una cámara de tan poca calidad y es que a peor calidad de cámara mayor talento es necesario. No quiero decir que con una cámara buena cualquiera pueda hacer fotos buenas pero si que con una mala hace falta tener mucho talento (o un poco de suerte) para hacer obras buenas. Y entonces surge Instagram. Como por arte de magia, con unos filtros que aplicamos en segundos, casi cualquier foto se convierte en algo cuando menos llamativo. Hasta ahí bien. Comprensible. No éramos todos artistas pero si nos sentíamos mejor cuando nuestras fotos tenían ese look que años antes habían creado fotógrafos profesionales.

Pero de repente me encuentro con la casi esperada noticia de que alguien, en este caso Really Nice Images, ha sacado ajustes predefinidos para Lightroom para imitar los efectos de Instagram. Y ¿Dónde deja esto a la creatividad? En la basura. Si esos filtros tenían un pase era (en mi opinión) porque se aplicaban a fotos malas tomadas con cámaras malas. Pero utilizar una cámara decente para hacer una foto, pasarla al ordenador, abrirla con una aplicación de revelado profesional y dejar que unos filtros predefinidos sean los ajustes que utilicemos me parece sencillamente como utilizar una EOS 1D MK IV y buscar el modo Automático Inteligente.

Lo mejor que nos ofrecen aplicaciones como Lightroom es la posibilidad de revelar las fotos con nuestro criterio. Y si nos gusta un efecto determinado tratar de conseguirlo. Y aplicar a cada foto lo que mejor le venga. Y si nos gusta guardarlo como predefinido. Pero comprar ajustes predefinidos para imitar a una aplicación que sirve para que los que no saben se sientan bien me parece rendirse antes del comienzo de la batalla.

Para eso, no hago fotos.

@contracox

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2 Comentarios

  1. Javi - Tandez
    18 enero, 2013

    Siempre te quedará la opción de no comprarlo, no usarlo y seguir disfrutando de la fotografía tal como tú la entiendes.
    Que haya opciones más o menos «comerciales» no creo que sea impedimento para que quien no desea utilizarlas se vea obligado a ello, salvo que quien pague quiera que se usen, jajaja…. Ahí ya estaríamos ante una cuestión de principios.
    Interesante reflexión, como siempre.
    Un saludo

  2. Ramon González de la Torre
    18 enero, 2013

    No, si no critico ni que haya opciones ni que la gente las compre o las use. Pero me hace pensar y lo escribo 😉
    personalmente me parecen juguetes divertidos.

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